Seguimos con el mes navideño, y si la semana pasada hablábamos de los turrones hoy os traigo mi favorito: EL MAZAPÁN. Y es que no hay dulce de Navidad más rico y sabroso que este.
ORIGEN DEL MAZAPÁN
Existe una pelea europea por el origen del mazapán, y es que desde tiempos de Cristóbal Colón (o Cristoforo Colombo) ya nos andamos peleando con los Italianos.
El origen italiano habla de unas monjas que, en 1193, en Sicilia empezaron la labor de fabricar este dulce. Pero tanto era el trabajo que les daba y el tiempo que les quitaba, que el 1575 les prohibieron continuar con ello, aunque ellas buscaron las formas para poder seguir cocinando.
Pero yo prefiero la versión española, donde el mazapán data del Siglo XI. También con origen celestial con las monjas del convento de San Clemente en Toledo. Si no habéis probado nunca los mazapanes toledanos ya estáis tardando.
Sobre su nombre, hay quien dice que deriva del árabe manthában, que era el recipiente donde guardaba la masa.
RECETA
Después de esta pequeña introducción a la historia del mazapán, os contamos ahora cómo crear de forma casera este perfecto dulce de tan solo 3 ingredientes.
- 200 gramos de almendra cruda molida
- 200 gramos de azúcar molido o azúcar glass (preferentemente el primero)
- Un huevo
- Primero mezclamos la almendra molida con el azúcar. Es muy importante que ambos ingredientes estén bien molidos y finos, para que pueda quedar una masa uniforme sin granulados innecesarios.
- Separamos la clara y la yema del huevo, guardando esta última en la nevera para usarla posteriormente.
- Batimos un poco la clara y la juntamos con los ingredientes anteriores.
- Mezclamos bien, deshaciendo los posibles grumos, hasta que quede una masa de aspecto arenoso y un poco adherente.
- Nos humedecemos las manos para poder ir compactando la masa en una bola uniforme, para posteriormente envolverla en un plástico y dejarla reposar durante una hora.
- Después dividimos la bola en porciones del mismo tamaño para posteriormente hornearlo.
Es importante que el horno se haya precalentado a 200ºC. Y, tras poner las figuras en una bandeja las pintamos con la yema que habíamos guardado antes. En dos o tres minutos los mazapanes estarán dorados y se podrán sacar. Pero OJO, hay que dejarlos enfriar antes de poderlos comer, ya que al principio son muy frágiles.
Y ya está, ¡a disfrutar de vuestros deliciosos mazapanes caseros!
