¡Oh la la! Hoy os venimos a hablar de uno de los postres (o desayunos) franceses más conocidos y típicos de todo el mundo, los crepes.
HISTORIA DEL CREPE
Originarios de la Bretaña francesa, la historia de los crepes es algo difusa. Tal vez las más típicas en Francia sean las Crêpe Suzette, cuyo origen se debe a, como muchos otros descubrimientos culinarios, un error. Este postre se caracteriza por el licor de mandarina que le acompaña, y su nombre se debe al bautizo que le hizo el Príncipe de Gales de ese momento, en honor a la hija de los invitados.
RECETA PARA HACER CREPES
Cada maestrillo tiene su librillo, dice el dicho, pero ciertos productos tienen unos pasos indiscutibles. Por eso hoy os traemos la receta casera de Crepes de Eva Arguiñano.
Lo primero, y más importante, son los ingredientes:
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- 125 gramos de harina
- 250 mililitros de leche
- 5 gramos de azúcar
- 1 cucharadita pequeña de mantequilla, para untar en la sartén
- 2 huevos, siempre a temperatura ambiente
- 50 gramos de mantequilla
- y 1 pizca de sal
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Se empezará fundiendo la mantequilla durante unos 30 segundos al microondas. La pondremos en el vaso donde vayamos a batir todo, junto la leche y los huevos, para añadir posteriormente la harina, el azúcar y la sal.
Una vez bien mezclado todo, lo pasamos por el colador para eliminar cualquier resto de grumos, y pasamos a ponernos manos a la obra.
Cogeremos una sartén, o una buena crepera de Gama Hostelería, no muy grande, donde untaremos un poco de mantequilla y el fuego a medio punto. Verteremos posteriormente un poco de masa y, con la ayuda de un ágil movimiento de muñeca, esparciremos bien todo el conjunto hasta obtener una masa fina. Le daremos la vuelta y voilà!
Y ya solo quedaría un buen acompañante, tanto si os gusta dulce o salado existen mil variedades de crepes con los que podéis experimentar. Yo me quedo con mi guarrindongada preferida: Nocilla y queso blanco.
Y vosotros, ¿Cuál es vuestra receta de crepe favorita?
